Primera etapa de transición

Hoy ha sido una etapa de transición, pero bien aprovechada. De camino hacia el destino, una casita en la calle Doorpsstraat (calle Mayor debe ser, porque en todos los pueblos hay una) de Nieuwe-Niedorp, hemos hecho parada a unos kilómetros de Haarlem. Y con las bicis nos hemos acercado al centro de la ciudad a visitarla.

La ciudad estaba especialmente tranquila, excesivamente tranquila más bien. Hemos visitado la plaza del Grote Markt (la plaza del mercado, vaya) y hemos recorrido las calles de centro histórico. Estaba prácticamente todo cerrado, menos el McDonalds y unos cuantos bares. Hasta la oficina de información turística estaba cerrada.

Afortunadamente hemos podido visitar la catedral (Grote Kerk). Nos ha sorprendido el techo de madera. Las vidrieras eran modernas y donde uno esperaría encontrar un retablo estaba un órgano de dimensiones considerables. Por supuesto la iglesia tenía carillón en activo.

En la plaza hay una estatua dedidada a un tal Coster. Resulta que en su día se corrió el bulo de que había inventado la imprenta, y así se enseñó en las escuelas holandesas hasta el siglo pasado. Hoy parece que nadie discute que no fue el inventor, pero el caso es que parece que la "leyenda" le vino bien a la ciudad, que durante siglos acaparó el negocio de la impresión de libros.

Haarlem fue asediada por los españoles durante meses. Al final acabaron rindiéndose e hicimos una masacre en toda regla para celebrarlo. Incluso les sacamos un buen montón de florines en plan multa. A pocas horas del partido, cualquiera va por ahí presumiendo de españolito...

De vuelta ya hacia el coche hemos recorrido un trozo de parque nacional (Zuid-Kennemerland). Es un bosque de árboles mediterráneos (robles, hayas, majuelos, pinos, etc.) que bordea la zona de dunas. Lo cual es sorprendente, dado que estamos a nivel del mar (si no por debajo 8-).

La casa es una gozada. De hecho era el hogar de los que la arriendan. No le falta nada... Un detalle: en una repisa del aseo, nos daban la bienvenida personalizada escrita con dados de letras.

Una vez asentados nos hemos dado un paseo. Los holandeses están preparándose para el partido. Todos de naranja, nosotros de naranjitos. Sin mediar palabras, solo sonrisitas, no sea que les ganemos y haya represalias. Nos han ofrecido meter el coche en el garaje (por comodidad, no por seguridad) y  he aceptado el ofrecimiento (por seguridad, no por comodidad).

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