Etapa prólogo

El fin de semana tuvimos suficiente coche, así que el primer día hemos decidido dedicarlo a recorrer en bici los alrededores de Nieuwveen. Después de desayunar y hacer la compra (y comprobar que la Heineken es más barata que en España, pero la fruta no), comenzó la primera etapa de nuestra Vueltecilla a Holanda.

Y así, en fila de a uno (papá delante, mamá al final y los peques en medio), nos hemos recorrido la zona en busca de todos los tópicos imaginables: molinos, vacas, canales, nenúfares, puentes, señoras mayores en bici, alguna horda de guiris alemanes haciendo cicloturismo organizado, carillones... tulipanes, no, que no es la época, pero flores hay por todas partes.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención han sido los polders y los diques que los rodean. Menudo curro vaciar todo esto de agua. Y también las preciosas casas rodeadas de agua al borde de los lagos, todas con sus barcas, canoas, veleritos... ¿pero a esta gente qué se les ha perdido en Benidorm?

Después de comer en Aarlanderveen, nos hemos ido a Nieuwkoop, a tomar el cafelito de rigor. Buena parte del camino vas por encima de los diques. Al llegar a Noorden hemos subido por la orilla del canal hacia De Hoef. Es un lujo poder pasear en bici rodeados de verde, agua, patos, vacas, ovejas y conductores que se paran cuando el ciclista tiene prioridad.

En De Hoef nos hemos separado un rato: yo me he ido por Vrouwvenakker, y el resto del pelotón, directos hacia la granja. En total, unos 46 km. y 38 km., respectivamente.

Mañana mezclamos campo y ciudad...

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